FURANCHEO VERANIEGO

 

  Aunque el mes de agosto esta nuestra asociación desarrolla poca actividad, una vez regresados los socios de sus periplos vacacionales, nos reunimos el pasado jueves para una cena furanchil, a la que también asistieron los parientes argentinos de Moncho, antes de su regreso al hemisferio Sur.

Establecimos el punto de reunión en O Adro (Castrelo), donde ventilamos las primeras jarras de buen albariño acompañadas de unos chorizillos fritos, para después dirigirnos a Barrantes y sentarnos en A de Siso para continuar la degustación. Además del menú habitual de tortillas, pimientos de Padrón y ensalada de la huerta, completamos el vespertino ágape con unas empanadas villalbesas, un sabroso bizcocho elaborado por Casilda y diversos quesos y dulces holandeses traídos de nuestro reciente viaje a los Paises Bajos.

Una vez satisfechos los apetitos, abandonamos el lugar para dirigirnos al Ché, donde rematamos la noche cómodamente con unos digestivos yintonis al aire libre, dada la suave temperatura que se registró ese día.

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FESTA DO ALBARIÑO 2010

 

Llegó una vez mas la Festa do Albariño en Cambados. Con un día de calor infernal nos reunimos el sábado para dotar los estómagos de la necesaria base sólida en el furancho de Manolo, en Serantes-Baion.

Una vez arribados al lugar sin que el jefe tuviera que utilizar su moto para reunirnos, e instalados al aire libre, nos pegamos una estupenda cena temprana a base de las abundantes raciones que sirven en dicho establecimiento aderezadas por incontables botellas del buen blanco que elaboran en sus bodegas.

Transcurrió la reunión en alegre tertulia, apenas interrumpida por sucesivos apagones debidos al excesivo consumo eléctrico del local, lleno hasta la bandera, y también por un inesperado susto protagonizado por Angelita, quien fué atacada a traición por un pimiento de Padrón asesino. La peligrosa hortaliza, aferrada a su yugular como perro de presa, mantuvo a la pobre muchacha durante un  buen rato al borde del colapso y cambiando de colores, pero afortunadamente el episodio no pasó de ahí, y tras el sofoco pudimos terminar el ágape sin mas incidentes.

  Después de la trabajosa tarea de aparcar en Cambados en un día tan multitudinario, conseguimos reunirnos al fin de nuevo en la villa arousana, para dirigirnos al ferial repleto de alegres peñas al borde del coma etílico, donde atacamos unas botellas del inefable caldo Pionero Maccerato, uno de nuestros preferidos dentro de la larga lista que se oferta en esta alcohólica fiesta.

Como allí había mas gente que en el camarote de los hermanos Marx y el calor era abrasador, decidimos tomarnos un  respiro y aposentarnos en una terraza cercana para tomar unos refrescos. Aunque habíamos previsto seguir dándole marcha al cuerpo, la pesada digestión y el incontestable hecho de que la mayoría de los asistentes ya vamos para viejunos, nos dejaron apalancados y somnolientos hasta que al filo de las cinco de la mañana decidimos disolver la reunión para retirarnos a descansar.