lunes, 14 de enero de 2008

NATALICIOS

El domingo, dispuestos a celebrar por todo lo alto el aniversario del feliz alumbramiento de Gonzalo y Manuel, nos dirigimos en medio de una lluvia torrencial (desafiando a la alerta naranja) , en busca del habitual menú de Casa Conchi.

Habíamos planeado un aperitivo cefalópodo en el Bodegón Dios, pero a nuestra llegada habían desaparecido pulpo, pulpeira y caldeiro, seguramente arrastrados por la riada camino del proceloso océano. Es por esto que hubimos de conformarnos con unas tazas de tinto con jamón y queso.

A modo de consolación tuvieron a bien obsequiarnos con un lote de variado material de oficina.

Deseamos de todo corazón que el puesto pulpeiro haya llegado a buen puerto, y encontrarlo de nuevo en su sitio para la próxima visita.

Ya en la mesa, compúsose el almuerzo de las especialidades de siempre (empanada de zamburiñas, callos, chocos en su tinta, cocido completo y tartas, a destacar una de piña que nos dejó muy buen sabor de boca). En la sobremesa, cafés, chupitos variados y cantos populares, que se alargaron hasta bien entrada la tarde.

Terminamos el día, ya con nubes y claros, con unos vinos de trámite en Pontevedra, entretenidos con las maniobras de Manuel, cuyas cajetillas de Camel habían cobrado vida propia y aparecían y desaparecian aleatoriamente, hasta conseguir que este terminara la noche con la visión ligeramente borrosa.

Feliz cumpleaños a ambos los dos
Fotos: http://picasaweb.google.com/anayperal/CumpleGonzaloYManuel2008

lunes, 7 de enero de 2008

LA ÚLTIMA DEL AÑO, EN MEAÑO

Ya en el año del Señor 2008 y con el colesterol y los triglicéridos por las nubes, retomamos la crónica furanchera habitual.

Aunque los efectos secundarios de la orgía navideña nublan mi memoria, creo recordar que cerramos el ejercicio 2007 con una cena en la Quinta de S. Amaro (Meaño), donde disfrutamos de sabrosos y elaborados platillos en el elegante marco de su exquisito comedor. Aunque la disposición de la mesa no favorecía demasiado la comunicación, la velada fué distendida y agradable. Seguramente dicha disposición evitó que termináramos el banquete con el habitual concierto. Ellos se lo pierden, pa otra vez que nos preparen correctamente el escenario.

Han sido días de grandes excesos, pero la verdad es que la vida no vale mucho sin las cosas que nos hacen daño. Ahora unos días de lechuguita y bebidas isotónicas para desintoxicar y en breve a luchar otra vez con el vicio furanchil.

Feliz 2008
Mas fotos: http://picasaweb.google.com/anayperal/QuintaDeSAmaro