El pasado sábado celebramos, como es costumbre anual, la habitual cena celebrativa para recibir las vacaciones navideñas y desearnos mutuamente una feliz entrada de año.
Citados en el Insuíña de Vilagarcía y allí reunidos todos los comensales, luego del vinillo de bienvenida, partimos hacia la vecina localidad de Carril para aposentarnos en el salón privado que habían dispuesto para nosotros en el Hotel Carril (Restaurante Plácido) con ánimo de atacar el sustancioso menú que habíamos apalabrado con el gentil mâitre del local.
Como entrante, un hojaldre de ibérico y una brocheta de pulpo y langostinos con espuma de patata, que dejaron paso a unas tajadas de rodaballo con setas salteadas y una pieza de croca a la plancha, platos sabrosos y bien tratados, como corresponde a la categoría del susodicho figón.
Durante la cena, preocupados los camareros por el incesante ir y venir de nuestros aficionados futboleros de la mesa al bar para interesarse por el discurrir del partido Madrid-Barça, tuvieron la amabilidad de montar en un santiamén una pantalla para nosotros, donde pudimos ver cómodamente el gran batacazo madridista. Y de postre, una rica tarta de la abuela con helado de vainilla y los cafés correspondientes y los chupitos alcohólicos que cada uno tuvo a bien pedir. Al término, procedimos a la tradicional e hilarante entrega de regalos del Amigo Invisible, como es ya tradición consolidad en estas fechas.
Como previamente habíamos consultado la posibilidad de terminar el ágape con unas canciones, y obtenida la aprobación de los responsables del local, Pablo y yo salimos en busca de los instrumentos para encadenar una buena sarta de melodías que todos entonamos alegremente durante un par de horas.
A la salida, vuelta a Vilagarcía para tomar la última en la esplanada de los cines y luego retirarnos, ya que entre unas cosas y otras eran las tantas de la madrugada. El año que viene, mas.
FELIZ AÑO NUEVO A TOD@S