DOMINGO PEPERO

Teníamos planeado pasar este domingo desmenuzando centollos con Suso y Marian en su furancho privado de P.P. (Praia Pragueira, je, je), pero dado que el material disponible en lonja no pasaba nuestro estricto control de calidad, hubimos de cambiar el menú por un soberbio churrasco completo, con su cerdo, su vacuno, sus criollos y su ensalada, a riesgo de atorar un poco más nuestras maltrechas arterias.

Personados en el lugar y mientras se preparaba el fuego churruscador, engañamos al gusano con unos platillos de jamón y unos vermuses, para luego sentarnos a la mesa a degustar los entrantes: grandes fuentes de camarones y las clásicas tortillas de Anita, que devoramos con fruición, para después entregarnos a consumir los costillares, todo esto con buen albariño y unos botellones "magnum" de Rioja.

Como postres, una tarta de tiramisú de la confitería Carlos de Sanxenxo y unas bolas de helado de chocolate frito, amén de los cafés y chupitos de variados licores que calentaron al personal y nos hicieron cantar como calandrias hasta el atardecer, mientras el gato, como amante de la comida fresca que es por naturaleza, no perdía de vista a un pajarillo que se había posado tras los cristales y parecía estar diciendo cómeme.

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UNA CENA LIGERA

Como antesala y víspera del cumple de Gonzalo, nos reunimos en los elitistas salones de Casa Ron para dar cuenta de una gran bolsa de chorizos a la brasa de la ultima matanza, precedidos de un dúo de cremosas tortillas, gentileza de los reputados chefs Javier y Anita, a cada cual mas sabrosa. Acompañamos las viandas con un tinto portugués muy equilibrado y el albariño habitual.

YINGEL BELS, YINGEL ONDE GÜEY

Aunque este post correspondería al año 2008, las vacaciones, papanoeles, villancicos y el cristo que los fundó a todos no permitieron que llegara hasta ahora, bien entrado el domilnuebe.

Pues va la cosa de que antes de irnos de happychristmas celebramos, a modo de despedida, una cena en el prestigioso restaurante pontevedrés Casa Román, donde los veititantos que éramos pudimos disfrutar de sustanciosos centollos de la ría, camarones de buen tamaño, jugosas carnes y su estupendo rape, de fama legendaria. Como postre, un helado casero de nata de impecable sabor.

Terminamos la noche en un pub cercano, con las copas de rigor.

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EL TIEMPO PASA, PINFLOY

Este domingo el maestro Gonzalo estuvo de cumpleaños, motivo de que él mismo y su costilla Susi nos agasajaran con una espléndida comida en su elegante residencia.

Sobre la mesa, un espectacular entrante marino a base de cigalas de buen tamaño, y en las cocinas de palacio una enorme perola de callos que hicieron las delicias del respetable. Y por si esto fuera poco, aún nos atrevimos con unas tajadas de chuletón cocinadas a la piedra ante nuestros platos.

Para remojar todo este material, aparte de los vinos, los anfitriones pusieron a nuestra disposición una abundante provisión de botellas de sidra asturiana, escanciada con un sofisticado chirimbolo eléctrico.

Al postre, la tradicional tarta de cumpleaños, entrega de obsequios y la correspondiente cancioncilla felicitativa, que se extendió inevitablemente a otras muchas gracias al estupendo regalo con que nos obsequiaron: un práctico manual para cada uno de los comensales con las letras (por si la memoria nos folla) de un montón de canciones clásicas que con toda seguridad nos serán muy útiles en futuros conciertos.

Dado que paralelamente también Manuel celebraba su cumpleaños,  le obsequiamos con un famoso libro antinicotínico que al parecer ha conseguido desterrar el Camel de los bolsillos de miles de aspiradores de humo. Que le sea útil.

FELIZ CUMPLE A LOS DOS

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