ESTOFADOS VARIADOS Y DELICIAS DE LOLITA EN EL CUMPLE DE ANITA

El pasado sábado celebramos en nuestra sede central de Campañó el cuarenta y tantos, (donde 40 tiende a cero y tantos a infinito) cumpleaños de Anita. Rodeados del nuevo mobiliario y con la flamante vajilla decorando la mesa, tras los aperitivos de rigor compuestos de patés y patatillas, comenzamos el ágape con dos espléndidas y crujientes empanadas de Lolita do Vago, ambas rellenas hasta los topes de vieiras y zamburiñas. Luego de devorar tal primer plato con buen apetito, llegó el segundo, mejor dicho los segundos: un humeante y aromático estofado de jabalí, material culinario aportado por Begoña y procedente de sus cinegéticos parientes y (por si no era bastante) otro estofado de toro de lidia que teníamos guardado de la última temporada taurina de Pontevedra.

Aunque habíamos pensado acompañar las carnes con unas castañas pilongas del Caurel, estas resultaron ser de la variedad pétrea diamantina, ya que tras dos dias de remojo hirvieron durante mas de dos horas sin que consiguiéramos ablandar los frutos lo suficiente como para servirlos a tiempo, lo que nos hizo desistir de la guarnición y consumir las carnes a palo seco con el estupendo pan que trajo Germán para la ocasión. Para remojar todo esto, verdejo de Rueda y buen tinto de Rioja.

Ya ahítos de darle al diente, empezó la procesión de postres: exquisitos flanes de coco y café elaborados por la homenajeada con sus manitas, y sabrosas rosquillas anisadas que aportaron Marian y Suso. Abrióse la veda a partir de aquí y tras los cafés nos dedicamos a darle al chupito y a la queimada gonzalesca durante varias horas de animada tertulia, con el imprescindible cumpleaños feliz y la correspondiente entrega de regalo, mientras un violento chubasco ponía fondo musical a la celebración, ya que por esta vez (oh, milagro) no hubo el habitual concierto de nuestro grupo de voces blancas (ó tostadas ó de herbas, dependiendo de la caña elegida para pescar el tono), para alivio y descanso del vecindario.

FELIZ CUMPLEAÑOS, ANITA

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LOS COGUMELOS DE CHARLY

Este domingo tocó la visita anual a la Festa dos cogumelos de Vilagarcía, santificación del hongo auspiciada por el amigo Charly, a la que no faltamos nunca desde hace tiempo.

Después de un vino en el Román, con la Pescadería abarrotá, hicimos pacientemente la cola necesaria para obtener un surtido de las variadas raciones elaboradas con setas que se prepara en este evento, acompañadas de otro surtido de cuatro marcas de albariño que degustamos in situ a modo de improvisada cata.

Una vez terminadas las tapas (excelente una deliciosa empanada de boletus), decidimos volver a Cambados a comer de verdad en O Tropezón, tarea inútil ya que cuando llegamos había nada menos que catorce mesas delante de nosotros (y me sigo riendo de la crisis...). Por ello nos dirigimos a Casa Pintos a tomar unas raciones de sus legendarias zamburiñas, con unos pescados como segundo plato.

Dado que la tarde era espléndida, nos fuimos a tomar café y contemplar una puesta de sol en technicolor en el faro de Punta Cabalo, cuyas terrazas tienen quizás una de las mejores vistas de toda la ría de Arousa, para después regresar a casita ante la idea del amenazante lunes.

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GRAN PAELLA EN PRAGUEIRA BEACH

Para el almuerzo dominical, Marian y Suso nos obsequiaron con una superpaella en su supermansión de Pragueira Beach. Como Suso había comentado que disponía de magníficos huevos y mejores patatas, Anita llegó pertrechada de su sartén favorita en disposición de cuajar tortillas a diestro y siniestro.

Al tiempo que iban saliendo las tortillas humeantes, en el exterior hervía la gran paella y todos estos efluvios estimulaban nuestro apetito, de modo que nos sentamos a la mesa con hambre de lobos, dando cuenta del menú hasta casi agotar el último grano de arroz disponible. Para beber, una caja de albariño Solar de Campañó y varias botellas de buen Rioja.

A los postres, dándole caña a los chupitos variados y exóticos licores, tras asegurarnos de que en la casa no había nadie echando la siesta, desempolvamos la guitarra y los manuales de letras y dimos el concierto habitual durante varias horas, hasta que agotados por el esfuerzo vocal, decidimos salir a tomar unos cafes a algún lugar cercano.

Con unos refrescos en S. Vicente de O Grove, iniciamos una peregrinación por tortuosas carreteras secundarias pensando ya en la cena (nunca come uno bastante como pa no cenar). Después de hacer un sinfín de kilómetros y visitar varios locales por toda la zona en los que fué imposible conseguir mesa (me río yo de la crisis...), acabamos en la Taberna Rural de Meaño, donde los que quedábamos pudimos por fin tomar unas raciones (a destacar una tabla de ibéricos de lo mas abundante).

También nos acercamos al nuevo restaurante de Pepe Vieira (con su flamante estrella Michelín recién conseguida, quizás la que le han quitado a Toñi Vicente por el feo asunto de las vieiras) a consultar menús y precios con vistas a la cena de Navidad, que ya está muy cerca. Con esto nos retiramos satisfechos a reposar lo ingerido en ese día y jurando repetir el evento a la menor ocasión que se presente.

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MAGOSTO EN CASA RON

Como llega el tiempo de la caída de la hoja y la castaña, no faltó tampoco este año la ceremonia otoñal en forma de monumental magosto en Casa Ron.

Con buen producto en nuestras despensas procedente de los soutos del Caurel, Orense y otras denominaciones, empezamos el asamiento al atardecer, entre botellas del aromático albariño de la casa, y nos dedicamos a pelar y mascar mientras esperábamos la llegada de Angela y Moncho con la esperada provisión de buenos chorizos de Padrón, cilíndricas viandas que planeábamos consumir como plato fuerte aprovechando los rescoldos del magosto.

Llegaron por fin los embutidos acompañados de dos grandes hogazas de pan de estupendo aspecto, y les dimos fuego y posterior sepultura en nuestros estomagos como corresponde, y al término de tal tarea, unas tajadas de torta de maiz de Guitiriz y esponjosa rosca de Caldas, acabando la noche a hora prudencial y con una reserva extra de gases intestinales pa toda la semana.

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MOLUSCOS

Llega esta crónica ya con cuatro eventos de retraso, de modo que ahí van todos en fila india.

Había planeado sorprendernos el amigo Germán por su cumpleaños con unos espléndidos percebes, pero un baile de cifras con los tiempos de cocción dió al traste con el plato, dejándolos reblandecidos y fuera de punto. Menos mal que logramos convencerle de que no tirase el precioso género, y tras calmarle la rabieta nos encaminamos hacia Casa Ron con ánimo de ventilárnoslos estuvieran como estuvieran.

No era para tanto, estaban un poco recocidos pero mantenían intacto su mágico sabor, del que disfrutamos chupándonos los

dedos hasta la muñeca, y como era laborable, nos retiramos discretamente sin hacer mas ruido por esta vez (que no sirva de precedente).

LUCUS PULPUSTI

Allá que nos fuimos todos pa Lugo, a objeto de cumplir con la liturgia anual de tomar el estupendo pulpo del ferial de San Froilan.

Ya reunidos los comensales en A Tasca (diez en esta ocasión), donde cayeron las primeras dos botellas y un festival de tapas con el que nos obsequió el canoso y amable camarero, continuamos la peregrinación por diversos locales de la Rua Nova y calles adyacentes, llegando a la caseta ya con los colores subidos y la alegría en los ojillos.

Con la caseta de Aurora a reventar de gente, nos acomodaron en el lugar que previamente habíamos reservado y nos dedicamos con afán a ventilarnos ración tras ración con unas botellas de Solar de Campañó que, como es tradición, habíamos pasado de contrabando, escaldados por los elevados precios que suelen fijar en el ferial para los vinos. Tras el ágape, los correspondientes cafés de pota y un surtido de licores, munición que unida a los vinos previos provocó la esperada explosión de energía y que nos mantuvo haciendo mucho ruido durante bastante rato.

A la salida, rematamos la tarde con unos refrescos en el Met Bar. Seguramente fué un licor café anfetamínico y potentísimo que nos habían servido en la caseta y los cacofónicos colores del moderno local lo que hizo que termináramos el día con los nervios un poco alterados. El año que viene esperamos presentarnos de nuevo en la ciudad amurallada que vió engullir a Pelúdez su primer rabo de pulpo para acometer labores similares, pero -en beneficio de todos- cambiaremos el licor café por unas tilas.

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Feliz cumpleaños, Germán

FURANCHOS DE CORVILLÓN

Para la noche de este viernes, estaba programada una visita enogastronómica a un par de furanchos en Corvillón, habituales de nuestro curriculum. Previamente habíamos reservado mesa, y nos dirigimos a tomar unas botellas de albariño como aperitivo en A de Chicha, líquido elemento que ingerimos acompañado de unos pinchos de sabrosa tortilla recién cuajada.

Dado que el vinillo estaba bueno, remoloneamos un buen rato en dicho establecimiento, llegando al cenador con mas de media hora de retraso sobre la hora prevista, con el consiguiente cabreo e inmediata bronca del mesonero, serio y quejoso por haber tenido la mesa inmovilizada a la hora de mayor afluencia.

Solventada la situación con las disculpas pertinentes y tras tomarnos la tapa reglamentaria (unos fideos cocinados con los restos destrozados de una batalla de almejas), continuamos el tragová-tragoviene con unas raciones de zorza con patatas, mientras que de una estancia vecina nos llegaban los sones de un improvisado coro de voces y pandereta.

Como remate, unas infusiones en el perenne y siempre socorrido Casarello de Castrelo, dado que se iba haciendo tarde e ignorábamos si podríamos rematar adecuadamente la faena en otro lugar.

DOBLE CUMPLEAÑOS CON TIRABUZÓN EN CASA RON

Pues resulta que en estos días un servidor cumplía el medio siglo y Toño el 42% de siglo, ambos de edad física, no mental.

Cada uno convencido de que íbamos a la fiesta del otro, resultó que llegamos a nuestra sede engañaos como chinos orientales y supimos que la fiesta que se avecinaba era compartida para ambos aniversarios.

Iniciadas las labores culinarias, como el hambre apremiaba, consumimos (con la excusa de "probar o viño novo") una variada selección de entrantes, mientras iba llegando el grueso de los asistentes.

Una vez todos en la mesa bajo la parra despojada ya de sus frutos y decorada con coloridas guirnaldas festivas, atacamos el menú, compuesto de navajas a porrillo, ostras, carnes a la brasa y estupendos postres. Para beber, Verdejo de Rueda y Riojas de reserva.

Al término de la comida, tras soplar la tarta de cumpleaños como es pertinente, los amiguetes nos obsequiaron con unos bonitos regalos (muchas gracias a todos/as) y dedicamos el resto de la sobremesa a seguir soplando y degustar los cafés, licores y queimadas preparadas por Gonzalo el del Sombrero, mientras entonábamos los habituales cánticos.

Luego de recoger los restos de la batalla, salimos del lugar satisfechos, colocadillos y dispuestos a montar otra a la menor excusa, que para eso a ninguno nos falta disposición.

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IN BELUSO VERITAS

Tomando como excusa que nuestros aficionados al deporte de meter goles con la mano debían desplazarse hasta Bueu para ver un importante partido del Teucro, nos dirigimos hacia Beluso para administrarnos un tratamiento de urgencia a base de saludables frutos del mar, como antídoto contra la intoxicación proteínica producida por los anteriores días de frenesí carnívoro.

Como es habitual, nos reunimos antes en A Centoleira para tomar unos blancos como aperitivo, para después enfilar la cuesta que nos conduce al templo secreto del marisco que visitamos con devoción cada dos por tres. Instalados bajo la parra cargada de uvas a punto de vendimia, empezó la procesión de aromáticas fuentes de variados crustáceos y moluscos (percebes, navajas, bruños, camarones...) regados con la cantidad necesaria de botellas del buen blanco de la casa, para terminar con unas empanadas de rape y pulpo de sabor irreprochable. A los postres, las celebradas chulas y una empanada de manzana en delicioso hojaldre.

Aunque habíamos decidido terminar la digestión descifrando petroglifos en la playa de Mogor, en su lugar acabamos en la fabulosa terraza de Juan y Dolo, que amablemente aceptaron la bárbara invasión y nos obsequiaron con unos cafés acompañados de una dulce especialidad compostelana y unas galletitas Royal Canin, dando aquí por terminada la excursión dominical.

FEIRA FRANCA EN PONTUS VETERIS

En el noveno mes del ano del senor 2008, celebrose en la muy noble ciudad que fundara el troyano guerrero hijo de Telemon et Hersione, (a donde llego con una grande calentura en pos del tanga de la escurridiza sirena Leucoina), la anual et medieval et bacanal Feira Franca. Con las callejas de la villa tomadas por una miriada de mercaderes et visitantes vistiendo sus mejores galas et dedicados a la muy noble actividad del comercio et el bebercio, abrimos los apetitos con unos jarros de buen vino en diversos figones mientras por las calles se desparramaba el estimulante aroma de jugosos asados entre cantidades de paja decorativa suficientes para alimentar varias granjas caballares y una cabra.

A la hora convenida con el mesonero, llegamos a la posada Ruas, a cuyas puertas esperaba la mesa en la que dimos cuenta del menu que teniamos apalabrado, compuesto de salpicon medieval, fabada medieval et carne o caldeiro medieval con patacas medievales, culminado todo por el habitual postre medieval et los vinos e infusiones medievales correspondientes.

Otrosi, por si el estruendo era poco, durante todo el banquete dionos la tabarra una indeterminada cantidad de trovadores pertrechados de gaitas, tambores, citaras y otros muy variados instrumentos. Cuando ya nos disponiamos a huir en franca retirada repartiendo mandobles a diestro et siniestro, los susodichos juglares premiaron nuestra paciencia entonando sin previa peticion nuestro himno oficial Alfonsodaherba, lo que calmo los animos guerreros y les libro de perecer estrangulados por nuestras huestes enfurecidas.

Apretujados como ostras en barril, conseguimos a duras penas tomar unas infusiones entre disquisiciones de que siestabas, que yonofui et que si jamasmeencontrarasenSoutomayor, antes de retirarnos en busca de los carruajes para emprender la marcha hacia nuestros apacibles castillos, ahitos de comida, bebida y estruendoso ambiente ferial.

TARDE DE TOROS EN EL ARCA DE ABEL

Parece mentira (el tiempo vuela), pero ya hace un año que celebramos la ultima degustación del renombrado estofado de toro de lidia del Bodegón Arca, de la mano de nuestro señor Don Abel. Como el número de comensales no era excesivo, se obvió la necesidad de bajar a las mazmorras, tomando esta vez como escenario el taurino teatrillo de la planta baja, mucho mas confortable y acogedor que aquel lóbrego lugar.

Tras unos chipirones y unos pimientillos de Padrón, llegó el astado ante nuestros platos, a cuya lidia nos dedicamos con denuedo hasta agotar hasta el último centímetro cúbico de nuestra capacidad estomacal. Para esta vez conseguimos convencer al anfitrión de la conveniencia de evitar el acre y basto Milennium, sirviéndonos en su lugar un rioja Añares de aceptable calidad que ayudó sobremanera a apreciar el estupendo sabor del guiso, impecable como siempre. Y de postre, la legendaria tarta helada al 100 pipers, sobremesa fija en cada edición de este taurino evento anual.

En ausencia de un fotógrafo profesional que tomara las imágenes necesarias para el habitual reportaje que nos dedica el Diario de Pontevedra, el mismísimo Abel ejerció de paparazzi improvisado a tal fin. Esperamos ansiosos ver la noticia publicada proximamente a todo color en el rotativo local.

PRADOLONGO

Estuvimos el último dia de las fiestas en Vilagarcía porque se proyectaba al aire libre la película Pradolongo. Como es nuestra costumbre, antes nos tomamos un refrigerio, esta vez en la terraza de A Parra, compuesto de lacón prensado, pulpo a la brasa con manzana, queso de cabra con vinagreta de frambuesa, oreja y unas botellas de buen albariño.

A la hora señalada nos presentamos en el lugar de proyección para ver la penícula, publicitada como "la película gallega mas vista" (no tenemos noticias de que haya ninguna otra en cartel desde hace mucho tiempo, por lo menos desde "Sempre Xonxa"). Está filmada en Valdeorras y es la típica de lousa vs. vacas, con hermosos paisajes pero menos argumento que la primera página de un silabario. En fin, una historia amable de adolescentes que no profundiza en absoluto en ese grave problema que amenaza los mas bellos paisajes de nuestras sierras orientales. Si lo sé no vengo.

Ateridos de frío y con carámbanos en la nariz, conseguimos aguantar hasta los créditos y salimos pitando con el cuerpo pidiendo algo caliente. Probamos suerte en el Atelier del café, resultando que cierra los domingos, por lo que hubimos de volver sobre nuestros pasos y tomarnos las infusiones en otro local cercano, antes de retirarnos a dormir en pleno desmantelamiento de la feria medieval que ocupó estos días las calles vilagarcianas.

OCTÓPODOS Y CUADRÚPEDOS EN CASA RON

Celebramos el pasado domingo en nuestro sancta santorum de Campañó (Casa Ron) la primera degustacion de toro de lidia. Mientras se preparaba la manduca, nos preparamos un aperitivo con patatillas Santa Ana y unos patés.

Como primer plato, dos grandes pulpos octópodos (uno de ellos septópodo debido a una mutilación sufrida cuando aún retozaba por las rías gallegas) y de segundo el guiso de toro propiamente dicho acompañado de arroz basmati. Para terminar, un espectacular festival de postres: leche frita from Eva, peras al sabayón from Javier y la dulce tarta de almendra de Marán, en Caldas.

El vino, de hasta cinco denominaciones distintas, los licores, queimadas y demás pócimas espirituosas, nos pusieron como siempre a dar la tabarra musical durante horas, perturbando la siesta del vecindario hasta bien entrada la tarde.

Nuestro anfitrión Ron y sus gatiños dieron buena cuenta de las sobras mientras nos recogíamos a nuestros hogares para reponer fuerzas y encarar los próximos compromisos que nos acechan este trabajoso mes.

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SIT

Para esta noche tocaba sesión de teatro al aire libre en la Plaza de Fefiñans, en Cambados. Como no solo de teatro vive la persona humana y pa que no pasara lo del dia anterior, nos citamos con la antelación suficiente y necesaria para visitar con esa excusa un par de furanchos dignos de mención. Trátase de A de Chicha y el de al lao, en la zona de Corbillón, donde aplacamos convenientemente nuestra sed con unas fuentes de zorza como aperitivo.

Ya en plena digestión de lo consumido y con la hora apremiando, llegamos a la plaza (abarrotá) para ver el espectáculo Sit, oficiado por la compañía Clownic y dirigido por Tricicle, con el que nos reímos a gusto durante un par de horas. Al término, rematamos la jornada con unos cafés en O Conxuro, salón de actos habitual de los claustros extraordinarios del Cabanillas.

(DES)CONCIERTO DE MILLADOIRO EN CALDAS

Hubo (dicen) un concierto de Milladoiro en Caldas, y con tal excusa pallá nos fuimos. Pero dado que llegamos muy justos de tiempo al lugar, tuvimos que enfrentarnos al dilema: música ó furanchitis. Como la carne es débil y la voluntad poca, triunfó inevitablemente por arrolladora mayoría la segunda opción, ya que a los de la zanfona ya los hemos visto un porrón de veces. De todos modos, enviamos a Toño y Eva a pie de escenario en representación de todos para dar fe de que habíamos ido con la mejor de las intenciones.

Nos estrenamos como siempre en el Convido, con unos vinos aderezados con unas tapas de excelente estofado de toro, y de allí partió la procesión, con escala en La Bodeguilla, el Meson Cabana y otros establecimientos, para recalar en A Real, donde nos ventilamos unas raciones, a destacar unos deliciosos filetes de avestruz cocinados al punto y calificados de excelentes por los comensales.

Con unos cafés en una cerveceria próxima y la correspondiente copa en A tía Maruja, dimos por terminada la noche sin haber visto a Milladoiro ni de lejos. Quizá en otra ocasión tengan la suerte de contar con nuestra presencia. 

MUCHACHITO BOMBO INFIERNO

Por estas fechas se celebran las fiestas de la Peregrina en Pontevedra, con su habitual ronda de conciertos, a los que todos los años traen actuaciones interesantes. Enterados de que tocaba ese fistro del averno llamado Muchachito Bombo Infierno en la Praza da Ferrería, allá nos dirigimos para retozar un poco a los sones de su espasmódica música.

Como no era cosa de afrontar el esfuerzo con el estómago vacío, previamente nos administramos un vino de arranque en un furancho de Noalla cuyo nombre no recuerdo, para después enfilar hacia A de Siso en Barrantes y aposentarnos ante las sabrosas tortillas que nos preparan siempre con su corrrespondiente ensalada de dulces tomates de la huerta.

Entre jarras de albariño se fué haciendo tarde, con lo que hubimos de partir hacia Pontevedra, llegando a medio concierto, aunque tuvimos tiempo para disfrutar todavía mas de una hora de canciones del incansable artista.

Con unos cafés en la terraza del Universo, dimos por terminada la jornada. En fin, una más pa la lista (y seguimos para bingo...).

THE CAMPAÑO'S WIDOW

Como estaba pendiente relizar un circuito por la zona de Campañó, allá nos desplazamos unos cuantos. Habíamos pensado volver al casi centenario O Sartal, que ya conocíamos desde hace muchos años.  Nos encontramos con el local cerrado definitivamente, como atestiguaban las telarañas de la puerta y varias especies vegetales que crecían tranquilamente en el umbral, con lo que hubimos de buscar alternativa, recalando en un bar vecino para tomar los primeros vinos de la tarde.

Al avecinarse la hora a la que cenan las personas decentes, nos trasladamos a La Viuda, donde gracias a la influencia trifásica del amigo German nos instalaron privadamente en el comedor de las bodas, aderezado con la decoración habitual de tales eventos.

Finalizado el ágape, nos retiramos a dormir a hora temprana, que los próximos días vienen calentitos.

ALBARIÑUS CAMBADENSIS ANUALIS, COSTUMBRE SANA EST

Nunca nos perdemos en Cambados la multitudinaria convención de borrachuzas llamada Festa do Albariño. Personados en la ramoncabanillica villa, nos encaminamos hacia A dos Piñeiros, un bonito local de reciente apertura, con el ánimo alevósico de descorchar las primeras botellas de la noche. Acompañados de unos mejillones y unas setas rebozadas, dimos cuenta de un par de envases del clásico y aromático Martín Códax que hicieron el camino de regreso mucho mas llevadero.

Una vez arribados al recinto ferial y pertrechados con la copa al cuello, empezó la alcohólica procesión de capilla en capilla. Entre otras, fueron objeto de cata las casetas de Palacio de Fefiñanes, Granbazán, Santiago Roma y Paco y Lola.

Después de la sufrida e inevitable espera a las puertas de la Taberna do Trasno en espera de una mesa del tamaño suficiente para acoger a todos los expedicionarios, conseguimos al fin que nos sentaran y nos dedicamos con buen apetito a degustar los ricos platos que sirven en dicha tapería cambadesa (riquísimos chipirones,braseado de verduras, queso a la plancha con mojos canarios y tablas de embutidos), amén de un variado de postres (brownie impresionante, flan casero, tartas de queso y piña) calificado de excelente por el personal. Para remojar la cena degustamos algunas botellas mas de Paco y Lola.

Ya con los bandullos reforzados, enfilamos hacia el local del Xuven (Club de baloncesto de Cambados)  para tomarnos unas copas en su marchoso ambiente. Con ánimo discotequero, intentamos infructuosamente acceder a Zao, con lo que acabamos desistiendo e instalándonos al fresco en la terraza del Cafe del Mar ante unas bebidas sin alcohol, para disipar parcialmente el riesgo de encuentros desagradables con la ley al regreso.

Ya próximo el amanecer, los pocos que aún no habíamos desertado, terminamos la agotadora jornada con un humeante chocolate y unas barritas de harina frita de la Churrería Merchi. Como uno no gusta demasiado de los palitos hidratocarbónicos, envidioso de los tiernos infantes que revoloteaban por el lugar, se merendó una enorme nube de algodón de azúcar rosa, acabando mas pegajoso que un masaje de SuperGlue.

En fin, que el año próximo acudiremos puntuales a la cita. El vino es un líquido excelente: aviva la mente, limpia el diente y sana el vientre.

FALO GALEGO EN FISTERRA

Fieles a la orgía percebística anual que organizan los amigos Ana y Ray, llegamos a Fisterra con las salivales sobreexcitadas, anticipando la jugosa mariscada que cada año por estas fechas nos sirven en nuestro restaurante favorito Don Percebe de esta localidad superoccidental.

Como punto de reunión, la terraza de siempre (O Trebón)  para tomarnos unos vermuses contemplando la playa tras el largo viaje, e inmediatamente hacia el pueblo, impacientes por iniciar la degustación de los ricos manjares marinos que nos esperaban.

El menú fué el habitual en este periódico acontecimiento: abundantes raciones del fálico molusco para elaborar la inevitable exposición de lamparones camiseros, nécoras fesquísimas y delicioso centollo gallego, unas almejas en salsa verde memorables que pedían mojar pan hasta dejar los platos como patenas, y de segundo plato unos sabrosos pescados sabiamente planchados, todo ello entre una interminable sucesión de frías botellas de excepcional albariño marca Santiago Ruiz. Para rematar, los postres y cafés con sus cremasdorujo y licorescafeses correspondientes. En resumen, otra edición mas de este evento gastronómico que nunca nos decepciona.

Para la sobremesa decidimos volver sobre nuestros pasos para instalarnos de nuevo en la terraza playera de O Trebón, donde cayeron todos los combinados necesarios para la apropiada digestión de las viandas, lo que derivó en el concierto habitual durante varias horas de feliz exaltación de la amistad.

Como atardecía, era cosa de volver a nuestros lejanos hogares, ya que al dia siguiente tocaba noche toledana en Cambados con motivo de la celebracion de la Fiesta del Albariño, así que nos subimos a nuestros automóviles para regresar a casita agotados, satisfechos e ilusionados porque ya falta menos de un año para la próxima cita finistérrica.

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POR MIRAR LA FECHA MAL, A COMER A PORTUGAL

Este fin de semana habíamos creído leer en una web (que el diablo confunda) que se celebraba la Fiesta del Albariño del Rosal, cita a la que no solemos faltar ningún año.

Una vez personados en el lugar, resultó falsa la noticia, ya que todavía faltaba una semana para tal celebración, asi que después de un vinillo de consolación pa no perder el viaje, decidimos emigrar al otro lado de la frontera con ánimo de subsanar el error y  disfrutar de una deliciosa comida dominical en el país vecino.

Para ello elegimos la cercana localidad de Caminha y tras una parada técnica para abrevar una botella de perfumado blanco Muralhas por el camino, nos dirigimos al restaurante Foz do Minho, situado al mismo borde del mar, donde nos sirvieron un suculento menú luso aderezado por una selección de ricos vinos portugueses (cayeron por lo menos siete botellas, entre blancos y tintos).

Al término, después de tomarnos unos cafés en la villa, vuelta a la madre patria para parar en Tomiño a tomar unas consumiciones en O Candil y continuar viaje hasta Redondela, donde nos merendamos en uno de los molinos de siempre unas raciones a modo de cena en su agradable jardín fluvial. Y para rematar el día, el café de rigor en la terraza del Tálamo, antes de recogernos y dar por terminada la excursión.

Este año mucho nos tememos que la Fiesta del Rosal no contará con nuestra presencia, debido a compromisos adquiridos para esa fecha (concierto del boss en Madrid y viaje turístico a tierras aragonesas) que nos impiden la asistencia. Otra vez será.

A DE SISO EN BARRANTES

Ayer tocó gran furanchada, con 17 asistentes. A tal efecto,nos desplazamos hasta Barrantes y tras la reunión previa en la Vinoteca Bocacho nos dirigimos hacia A Bodega de Siso provistos de dos soberbias empanadas made in Lolita do Vago, que nos cepillamos con buen apetito, amén de unas jugosas tortillas con ensalada de la huerta y las inevitables jarras de blanco y tinto. Tuvo gran éxito a los postres el sabroso flan de café de Anita.

Terminadas las viandas, llegó el indispensable y digestivo combinado en Ché, que disfrutamos tranquilamente en animada conversación. Tras remolonear un rato a la salida, partimos camino de la cama, que vienen días duros, según la apretada agenda que tenemos prevista (Festa do viño do Rosal el domingo).

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O PARVADAS

El día 7, tras unos vinos en la Praza da Leña, decidimos acudir al emblemático Parvadas, en cuya terraza ingerimos un surtido de sabrosas raciones acompañadas de unas botellas de aromático albariño Enxebre (uno de nuestros preferidos), como es costumbre cada vez que visitamos el establecimiento.

Desde allí caminamos hasta el Universo para rematar la cena y nos retiramos a dormir a hora prudente.

ALBARIÑO EN CALDAS

El pasado día 6, un grupo reducido nos reunimos en Caldas con motivo de la celebracion de su Feira do Albariño. Este año el primer premio recayó en la bodega Santiago Roma, cuyo excelente caldo degustamos acompañado de unas raciones de estupendo pulpo. También catamos una botella del 2º premio, que no estaba mal.

Desde un escenario vecino, un animoso joven nos dió la tabarra durante toda la comida girando el manubrio de su zanfona como un poseso, hasta conseguir que huyéramos del cacofónico lugar hacia A Xaula, donde terminamos tranquilamente la cena con unos cafes.

Según parece, un paparazzi de un periódico local consiguió tomar una instantánea del maestro Gonzalo, que salió publicada a todo color en sus páginas al día siguiente.

BIENVENIDAS, QUERIDAS VACACIONES

Habíamos reservado mesa y mantel en O Recuncho do Conxuro para una furanchada mortal con tirabuzón (pa celebrar que empieza la temporada estival), y a objeto de cumplir con el compromiso adquirido nos reunimos en Caldas para acometer juntos la expedición.

Los asistentes nos citamos en el cuartel general habitual de la balneraria localidad ("Convido")  y tras un par de vinillos de bienvenida, nos desplazamos hasta el lugar de los hechos, en Lantaño, cerca de Portas.  Aposentados ya en la mesa y estimulados por los sutiles aromas carnívoros que desprendía la parrilla vecina, nos pusimos manos a la obra para dar buena cuenta de los irreprochables manjares que sirven en el establecimiento.

Ya rematado el proteínico menú, los dulces postres y los cafés, nos dedicamos con denuedo a ingerir grandes dosis de chupitos digestivos y licores de la casa, cuyos efectos dionisíacos hicieron que termináramos la noche con un inspirado e interminable repertorio de melódicos y estruendosos cantos corales, antes de retirarnos algo perjudicados a dormir la mona, como es de ley.

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LOUREIRO DE BORDONS

Hacía ya tiempo que no visitábamos el furancho que hay en Bordons, y ayer por la noche nos citamos en dicho establecimiento para inspeccionar el estado de su notable albariño. El ambarino y espirituoso líquido pasó la prueba sin dificultades, acompañado de las correspondientes tapiñaspraquenonfagadano.

Compúsose el menú de estupendas empanadas de zamburiñas king size (trigo y maiz), zorza con papas fritas, tortilla recién cuajada y unos riquisimos chipirones de la ria.

Satisfechos los paladares, nos dirigimos a la aledaña localidad de Sanxenxo, donde rematamos la faena con unos cafés en el Maremagnun.

Esta noche actuaremos en O Recuncho do Conxuro (Portas), con una cena celebrativa del fin de curso y la llegada anual de la reposada vida de palanquín.

DECÍAMOS AYER...

... que los amiguetes Esther y Juan habían prometido descubrirnos un sitio aún fuera de nuestro catálogo en la zona de Redondela.
Acudimos al punto habitual  de reunión en Pontevedra, donde con puntualidad británica nos esperaba el resto de la panda (en total 9 expedicionarios).

Ya en Redondela y tras recoger a Bego e Isabel a las puertas del Consistorio, nos dirigimos al lugar. Se trata de un furancho sito en el lugar de San Esteban de Negros, cerca de la iglesia, aunque no podemos precisar el nombre ya que olvidamos preguntar ese dato a los amables propietarios.

Probamos el blanco y el tinto, como es preceptivo, y nos merendamos unos platillos de rica zorza, oreja y unos chorizos fritos, todo aceptablemente sabroso y a buen precio.

Terminado el festín, volvimos hacia Redondela para tomar un café en la acogedora terraza del Tálamo, desde donde regresamos cada uno a su ídem, que al día siguiente era laborable y había que madrugar.

A CASA DO RATO (AGAIN)

Consecuentes con nuestra pertinaz adicción a la Casa do Rato y sus fabulosos y estimulantes vinos servidos en megacunca, ayer volvimos a presentarnos en el lugar.  Tomamos las especialidades de siempre regadas con el estupendo blanco de la casa, así como un "catalán" de precioso color y mejor sabor.

A la hora de la dolorosa, volvió a sorprendernos agradablemente la cifra final, claramente de lo mas ajustado que hemos encontrado en nuestras excursiones gastronomicas (algo menos de 6 € por comensal). Y para ser completamente fieles al ritual, los cafés finales en La Piedra, que dado el buen tiempo por fin reinante pudimos degustar en la terraza instalada a sus puertas.

Para mañana, que será otro día, hay programada una visita a cierto furancho de Redondela, del que realizaremos el test pertinente de la mano de Esther y Juan, reconocidos expertos en furanchología.

ERRE QUE ERRE

Demostrando una tenacidad de guerreros samurai, el lunes volvimos erre que erre a peregrinar hasta Marcón, consiguiendo por fin el acceso a la Casa do Rato (Pintos).

En el local había gran animación y pudimos resarcirnos de los frustrados intentos anteriores con una selección de sabrosas raciones , acompañadas por un sinfín de grandes y rebosantes tazas de sus prestigiosos vinos.

Salimos del lugar bastante achispados, y si esta vez no hubo cánticos fué debido a las secuelas del concierto del día anterior, que había dejado asaz maltrechas las cuerdas vocales de nuestro coro.

De allí hacia la capital lerezana para tomarnos el café en La Piedra y pa casa a un hora prudente, que entre semana no se puede abusar (ni secuestrar mamás, Martita dixit).

TARDE SEGOVIANA EN CASA RON

Amaneció la jornada dominical soleada y a hora temprana llegamos a Campañó con los montantes,  dispuestos a cocinar un sabroso banquete, como estaba programado.

Desde hace muchas lunas reposaba en la fresquera, debido a forzados y repetidos aplazamientos, un hermoso bebé cochino que nos habíamos propuesto consumir bajo la parra. Pero, por fin, esta vez no hubo indulto y nos dedicamos a encender la cocina, y tras varias horas de alimentar los fogones con toneladas de madera, tan sólo conseguimos una discreta temperatura de ciento y pocos grados, claramente insuficiente para realizar correctamente el asado.

Por suerte, en la casa hay una vieja cocina de gas marca Aspes, donde introducimos el porcino cadáver en forzada y yóguica postura debido a lo exiguo del receptáculo, y mientras disfrutabamos de unos entrantes a base de jamón, pescaditos a la brasa y unos champiñones rellenos, el susodicho animalito iba tomando lentamente un hermoso color dorado.

Cuando ya desesperábamos de poder servir el plato principal, al fin el termostato se arrancó por encima de los doscientos grados y pudimos trasladar el tostón al horno de leña, donde terminó de cocinarse mas o menos adecuadamente, llegando humeante a la mesa de ejecución, donde dimos cuenta de sus tiernas carnes acompañado de una refrescante ensalada de la huerta.

Terminamos con una selección de postres (nada menos que cuatro especialidades confiteras) elaborados por nuestras féminas, a cada cual más sabroso. Después, los cafés de rigor con sus licores espirituosos y  el siempre energético combustible de queimada, oficiada por el maestro Gonzalo, de la que cayeron hasta cuatro perolas.

Con los ánimos encendidos por la graduación alcohólica y la hilaridad a flor de piel, extendimos la sobremesa durante varias horas de guitarreo y cantos tribales que pudieron escucharse en toda la parroquia. Como reza una tonada asturiana, "oyínse los berros... desde casadiós".

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EN BUSCA DEL FURANCHO PERDIDO

El otro día, fuimos con la esperanza de encontrar abierto el escurridizo furancho de Marcón (siempre que intentamos ir nos damos de bruces con una verja cerrada a cal y canto y sin rastro de presencia humana en el interior).

Como, para variar, sólo pudimos llegar hasta la puerta, nos recorrimos medio término municipal en busca de alternativas, intentándolo infructuosamente en una Casa do Rato (Pintos) llena hasta la bandera y con actuación musical en directo, para terminar en A Gruta, en Sta. María de Xebe. El refrigerio que nos sirvieron fué aceptable, aunque apreciamos algunas taras en el servicio. Algunas de las raciones no llegaron nunca y en la cuenta aparecían apuntes de cosas que no habíamos consumido.

Con unos cafés en el "Universo" terminó la excursión de ese día y nos retiramos a descansar cara al domingo, día en el que nos esperaban duras tareas culinarias en el prestigioso figón de "Casa Ron".

AGROGLAMOUR EN CANS

El Festival de Cans, muy cerca de Porriño, es una cita inexcusable de todos los años. El sábado fué el dia grande de su V Edición y desafiando a la lluvia pertinaz, allí nos plantamos para disfrutar de la soberbia actuación, pese a la dura competencia del Chiquilicuatre, de los inefables, irreverentes, inimitables e irrepetibles Tony Lomba & Elio dos Santos.

Aunque no pudimos conseguir entradas a tiempo para las proyecciones, vale la pena ir tan solo por ver a estos dos monstruos, que acompañados por la tonante voz de Manquiña en algunos temas hicieron las delicias de un público entregado.

Como al final el clima se serenó, dicen que gracias a las gestiones de San Tiago Pemán con el altísimo,  hubo gran afluencia de gente, entre la que se podía ver a lo mas granado de la modernidad gallega. Músicos, gente de cine, actores y actrices de series de gran éxito disfrutaron de la fiesta como el que más, derrochando amabilidad para con sus fans.

Sirva como muestra esta instantánea con nuestras chicas derritiéndose a la vera del actor Pedro Alonso ("Padre Casares"),que goza de gran predicamento entre el público femenino,  o esta otra de la parte masculina posando felices con la guapísissima María Castro ("Sin tetas no hay paraíso").

Al término del espectáculo, con los estómagos apenas consolados por unas empanadillas, nos dirigimos a la Ciudad Olívica para acabar de matar el gusanillo con unos jugosos bocatas en Lareca, y unos cafés posteriores en el Choco.

El año que viene estaremos allí de nuevo, si el tiempo lo permite y la autoridad no lo impide.

¡¡¡Feliz cumpleaños, Isabel!!!

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