PRADOLONGO

Estuvimos el último dia de las fiestas en Vilagarcía porque se proyectaba al aire libre la película Pradolongo. Como es nuestra costumbre, antes nos tomamos un refrigerio, esta vez en la terraza de A Parra, compuesto de lacón prensado, pulpo a la brasa con manzana, queso de cabra con vinagreta de frambuesa, oreja y unas botellas de buen albariño.

A la hora señalada nos presentamos en el lugar de proyección para ver la penícula, publicitada como "la película gallega mas vista" (no tenemos noticias de que haya ninguna otra en cartel desde hace mucho tiempo, por lo menos desde "Sempre Xonxa"). Está filmada en Valdeorras y es la típica de lousa vs. vacas, con hermosos paisajes pero menos argumento que la primera página de un silabario. En fin, una historia amable de adolescentes que no profundiza en absoluto en ese grave problema que amenaza los mas bellos paisajes de nuestras sierras orientales. Si lo sé no vengo.

Ateridos de frío y con carámbanos en la nariz, conseguimos aguantar hasta los créditos y salimos pitando con el cuerpo pidiendo algo caliente. Probamos suerte en el Atelier del café, resultando que cierra los domingos, por lo que hubimos de volver sobre nuestros pasos y tomarnos las infusiones en otro local cercano, antes de retirarnos a dormir en pleno desmantelamiento de la feria medieval que ocupó estos días las calles vilagarcianas.

OCTÓPODOS Y CUADRÚPEDOS EN CASA RON

Celebramos el pasado domingo en nuestro sancta santorum de Campañó (Casa Ron) la primera degustacion de toro de lidia. Mientras se preparaba la manduca, nos preparamos un aperitivo con patatillas Santa Ana y unos patés.

Como primer plato, dos grandes pulpos octópodos (uno de ellos septópodo debido a una mutilación sufrida cuando aún retozaba por las rías gallegas) y de segundo el guiso de toro propiamente dicho acompañado de arroz basmati. Para terminar, un espectacular festival de postres: leche frita from Eva, peras al sabayón from Javier y la dulce tarta de almendra de Marán, en Caldas.

El vino, de hasta cinco denominaciones distintas, los licores, queimadas y demás pócimas espirituosas, nos pusieron como siempre a dar la tabarra musical durante horas, perturbando la siesta del vecindario hasta bien entrada la tarde.

Nuestro anfitrión Ron y sus gatiños dieron buena cuenta de las sobras mientras nos recogíamos a nuestros hogares para reponer fuerzas y encarar los próximos compromisos que nos acechan este trabajoso mes.

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SIT

Para esta noche tocaba sesión de teatro al aire libre en la Plaza de Fefiñans, en Cambados. Como no solo de teatro vive la persona humana y pa que no pasara lo del dia anterior, nos citamos con la antelación suficiente y necesaria para visitar con esa excusa un par de furanchos dignos de mención. Trátase de A de Chicha y el de al lao, en la zona de Corbillón, donde aplacamos convenientemente nuestra sed con unas fuentes de zorza como aperitivo.

Ya en plena digestión de lo consumido y con la hora apremiando, llegamos a la plaza (abarrotá) para ver el espectáculo Sit, oficiado por la compañía Clownic y dirigido por Tricicle, con el que nos reímos a gusto durante un par de horas. Al término, rematamos la jornada con unos cafés en O Conxuro, salón de actos habitual de los claustros extraordinarios del Cabanillas.

(DES)CONCIERTO DE MILLADOIRO EN CALDAS

Hubo (dicen) un concierto de Milladoiro en Caldas, y con tal excusa pallá nos fuimos. Pero dado que llegamos muy justos de tiempo al lugar, tuvimos que enfrentarnos al dilema: música ó furanchitis. Como la carne es débil y la voluntad poca, triunfó inevitablemente por arrolladora mayoría la segunda opción, ya que a los de la zanfona ya los hemos visto un porrón de veces. De todos modos, enviamos a Toño y Eva a pie de escenario en representación de todos para dar fe de que habíamos ido con la mejor de las intenciones.

Nos estrenamos como siempre en el Convido, con unos vinos aderezados con unas tapas de excelente estofado de toro, y de allí partió la procesión, con escala en La Bodeguilla, el Meson Cabana y otros establecimientos, para recalar en A Real, donde nos ventilamos unas raciones, a destacar unos deliciosos filetes de avestruz cocinados al punto y calificados de excelentes por los comensales.

Con unos cafés en una cerveceria próxima y la correspondiente copa en A tía Maruja, dimos por terminada la noche sin haber visto a Milladoiro ni de lejos. Quizá en otra ocasión tengan la suerte de contar con nuestra presencia. 

MUCHACHITO BOMBO INFIERNO

Por estas fechas se celebran las fiestas de la Peregrina en Pontevedra, con su habitual ronda de conciertos, a los que todos los años traen actuaciones interesantes. Enterados de que tocaba ese fistro del averno llamado Muchachito Bombo Infierno en la Praza da Ferrería, allá nos dirigimos para retozar un poco a los sones de su espasmódica música.

Como no era cosa de afrontar el esfuerzo con el estómago vacío, previamente nos administramos un vino de arranque en un furancho de Noalla cuyo nombre no recuerdo, para después enfilar hacia A de Siso en Barrantes y aposentarnos ante las sabrosas tortillas que nos preparan siempre con su corrrespondiente ensalada de dulces tomates de la huerta.

Entre jarras de albariño se fué haciendo tarde, con lo que hubimos de partir hacia Pontevedra, llegando a medio concierto, aunque tuvimos tiempo para disfrutar todavía mas de una hora de canciones del incansable artista.

Con unos cafés en la terraza del Universo, dimos por terminada la jornada. En fin, una más pa la lista (y seguimos para bingo...).

THE CAMPAÑO'S WIDOW

Como estaba pendiente relizar un circuito por la zona de Campañó, allá nos desplazamos unos cuantos. Habíamos pensado volver al casi centenario O Sartal, que ya conocíamos desde hace muchos años.  Nos encontramos con el local cerrado definitivamente, como atestiguaban las telarañas de la puerta y varias especies vegetales que crecían tranquilamente en el umbral, con lo que hubimos de buscar alternativa, recalando en un bar vecino para tomar los primeros vinos de la tarde.

Al avecinarse la hora a la que cenan las personas decentes, nos trasladamos a La Viuda, donde gracias a la influencia trifásica del amigo German nos instalaron privadamente en el comedor de las bodas, aderezado con la decoración habitual de tales eventos.

Finalizado el ágape, nos retiramos a dormir a hora temprana, que los próximos días vienen calentitos.

ALBARIÑUS CAMBADENSIS ANUALIS, COSTUMBRE SANA EST

Nunca nos perdemos en Cambados la multitudinaria convención de borrachuzas llamada Festa do Albariño. Personados en la ramoncabanillica villa, nos encaminamos hacia A dos Piñeiros, un bonito local de reciente apertura, con el ánimo alevósico de descorchar las primeras botellas de la noche. Acompañados de unos mejillones y unas setas rebozadas, dimos cuenta de un par de envases del clásico y aromático Martín Códax que hicieron el camino de regreso mucho mas llevadero.

Una vez arribados al recinto ferial y pertrechados con la copa al cuello, empezó la alcohólica procesión de capilla en capilla. Entre otras, fueron objeto de cata las casetas de Palacio de Fefiñanes, Granbazán, Santiago Roma y Paco y Lola.

Después de la sufrida e inevitable espera a las puertas de la Taberna do Trasno en espera de una mesa del tamaño suficiente para acoger a todos los expedicionarios, conseguimos al fin que nos sentaran y nos dedicamos con buen apetito a degustar los ricos platos que sirven en dicha tapería cambadesa (riquísimos chipirones,braseado de verduras, queso a la plancha con mojos canarios y tablas de embutidos), amén de un variado de postres (brownie impresionante, flan casero, tartas de queso y piña) calificado de excelente por el personal. Para remojar la cena degustamos algunas botellas mas de Paco y Lola.

Ya con los bandullos reforzados, enfilamos hacia el local del Xuven (Club de baloncesto de Cambados)  para tomarnos unas copas en su marchoso ambiente. Con ánimo discotequero, intentamos infructuosamente acceder a Zao, con lo que acabamos desistiendo e instalándonos al fresco en la terraza del Cafe del Mar ante unas bebidas sin alcohol, para disipar parcialmente el riesgo de encuentros desagradables con la ley al regreso.

Ya próximo el amanecer, los pocos que aún no habíamos desertado, terminamos la agotadora jornada con un humeante chocolate y unas barritas de harina frita de la Churrería Merchi. Como uno no gusta demasiado de los palitos hidratocarbónicos, envidioso de los tiernos infantes que revoloteaban por el lugar, se merendó una enorme nube de algodón de azúcar rosa, acabando mas pegajoso que un masaje de SuperGlue.

En fin, que el año próximo acudiremos puntuales a la cita. El vino es un líquido excelente: aviva la mente, limpia el diente y sana el vientre.

FALO GALEGO EN FISTERRA

Fieles a la orgía percebística anual que organizan los amigos Ana y Ray, llegamos a Fisterra con las salivales sobreexcitadas, anticipando la jugosa mariscada que cada año por estas fechas nos sirven en nuestro restaurante favorito Don Percebe de esta localidad superoccidental.

Como punto de reunión, la terraza de siempre (O Trebón)  para tomarnos unos vermuses contemplando la playa tras el largo viaje, e inmediatamente hacia el pueblo, impacientes por iniciar la degustación de los ricos manjares marinos que nos esperaban.

El menú fué el habitual en este periódico acontecimiento: abundantes raciones del fálico molusco para elaborar la inevitable exposición de lamparones camiseros, nécoras fesquísimas y delicioso centollo gallego, unas almejas en salsa verde memorables que pedían mojar pan hasta dejar los platos como patenas, y de segundo plato unos sabrosos pescados sabiamente planchados, todo ello entre una interminable sucesión de frías botellas de excepcional albariño marca Santiago Ruiz. Para rematar, los postres y cafés con sus cremasdorujo y licorescafeses correspondientes. En resumen, otra edición mas de este evento gastronómico que nunca nos decepciona.

Para la sobremesa decidimos volver sobre nuestros pasos para instalarnos de nuevo en la terraza playera de O Trebón, donde cayeron todos los combinados necesarios para la apropiada digestión de las viandas, lo que derivó en el concierto habitual durante varias horas de feliz exaltación de la amistad.

Como atardecía, era cosa de volver a nuestros lejanos hogares, ya que al dia siguiente tocaba noche toledana en Cambados con motivo de la celebracion de la Fiesta del Albariño, así que nos subimos a nuestros automóviles para regresar a casita agotados, satisfechos e ilusionados porque ya falta menos de un año para la próxima cita finistérrica.

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