

Después, unas raciones de extraordinario pulpo en el Bodegón DIOS (el que manda el cocido), que sin duda debe su nombre a las exclamaciones de la clientela al probar el primer sorbo de su impresionante tinto.

Ya con el gusanillo agonizando, llegamos a Casa Conchi, donde nos esperaba el humeante cocido con todos sus sacramentos, precedido por unos callos contundentes, que dió paso a las tartas variadas de la casa, amén de los complementos típicos de la sobremesa.
Con nuestros estómagos felices, hicimos una parada técnica en casa de Javier y Casilda para reposar las viandas y tomarnos unos cafés que amablemente nos prepararon, antes de dar por terminado el festín. Quedan anotadas las referencias para futuras incursiones.
Las fotos: http://picasaweb.google.com/anayperal/CocidoEnCasaConchi
1 comentario:
Cada día sorprendedesme máis, seguide así, a ver quén supera este cocido en relación calidade/precio.
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