POR MIRAR LA FECHA MAL, A COMER A PORTUGAL

Este fin de semana habíamos creído leer en una web (que el diablo confunda) que se celebraba la Fiesta del Albariño del Rosal, cita a la que no solemos faltar ningún año.

Una vez personados en el lugar, resultó falsa la noticia, ya que todavía faltaba una semana para tal celebración, asi que después de un vinillo de consolación pa no perder el viaje, decidimos emigrar al otro lado de la frontera con ánimo de subsanar el error y  disfrutar de una deliciosa comida dominical en el país vecino.

Para ello elegimos la cercana localidad de Caminha y tras una parada técnica para abrevar una botella de perfumado blanco Muralhas por el camino, nos dirigimos al restaurante Foz do Minho, situado al mismo borde del mar, donde nos sirvieron un suculento menú luso aderezado por una selección de ricos vinos portugueses (cayeron por lo menos siete botellas, entre blancos y tintos).

Al término, después de tomarnos unos cafés en la villa, vuelta a la madre patria para parar en Tomiño a tomar unas consumiciones en O Candil y continuar viaje hasta Redondela, donde nos merendamos en uno de los molinos de siempre unas raciones a modo de cena en su agradable jardín fluvial. Y para rematar el día, el café de rigor en la terraza del Tálamo, antes de recogernos y dar por terminada la excursión.

Este año mucho nos tememos que la Fiesta del Rosal no contará con nuestra presencia, debido a compromisos adquiridos para esa fecha (concierto del boss en Madrid y viaje turístico a tierras aragonesas) que nos impiden la asistencia. Otra vez será.