Nos decidimos por la pulpería XAVIQUE y cuando habíamos acabado con el sabroso cefalópodo y esperábamos impacientes unas raciones de porquiño á brasa, un camarero que pasaba con una gran cafetera, derramó accidentalmente el ardiente líquido sobre la infortunada Merche, que sufrió quemaduras de primer grado y en su ropa los consiguientes lamparones de café, que salpicó a varios de los presentes.
Puestos en contacto con el dueño del local, le reclamamos el pago de las limpiezas necesarias, a lo que respondió con muy malos modos. Al final conseguimos que nos diera su teléfono y prometió hacerse cargo de esos gastos. Desde luego, ni se le pasó por la cabeza tener el detalle de invitarnos a alguna cosa, sino que por añadidura nos metió un clavo del copón (8 € por un par de barras de pan).
Para colmo, cuando nos disponíamos a sacar los coches del improvisado parking (3 € del ala por vehículo) nos encontramos que estaba colapsado, debido a la dejadez de la organización, que se habían ido abandonando el aparcamiento a su suerte con el consiguiente desastre circulatorio. Después de esperar mucho rato y aguantar el monumental atasco que se formó, conseguimos huir del infausto lugar.
En fin, que el año que viene volvemos, pero en ese sitio no nos encontrareis.
1 comentario:
¿ Sabemos algo de las chaquetas en cuestion ? ¿Tendremos que poner la denuncia...?
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