TABERNA DA PONTE

En la vecina localidad de Pontearnelas ha abierto sus puertas recientemente la Taberna da Ponte, un furancho-mesón próximo al puente, como su propio nombre indica. El entorno, bello de por sí, se ha hecho mucho mas agradable desde que han desviado el tráfico por el moderno puente que han hecho.

Hasta allí nos desplazamos un equipo, y tras un aperitivo en Bravo (excelentes jamones y chacinas, vive Dios) con su correspondiente Ribera de Duero, nos aposentamos en el comedor de la planta superior para realizar el test.

Las raciones son baratas (tortilla, zamburiñas, oreja, etc), pero con algún que otro defecto. La sal sobraba en algunas y apenas se notaba en otras, y les bajan la nota las zamburiñas resecas, puestas a la plancha sin una mísera gota de aceite. Pero como somos de buen conformar, achacamos dichas taras al hecho de ser un establecimiento novel. Esperamos que en futuras evaluaciones hayan enviado al cocinero a algún cursillo acelerado.

Tras la cena, se hizo un intento de tomar una copichuela en la vecina Adega da Lúa, pero al encontrar sus puertas cerradas a cal y canto, hubimos de buscar alternativa, acabando en Barrantes en el siempre socorrido Ché y sus refrescantes gin-tonics.

En fin, que queda en cuarentena mientras el cocinero se desgasta los codos.