ROMERÍA DE SAN BREIXO

Como cada año, acudimos prestos a la llamada del cefalópodo y nos presentamos en el fiestón de San Breixo para cenar unas raciones y probar el tinto de la ultima cosecha.

Mientras desde su cada vez mas sideral escenario la orquesta Paris de Noia entretenía al público con sus bailables, nosotros nos entretuvimos en una de las varias pulperías del ferial, devorando ración tras ración del suculento bicho marino, acompañado de sus buenas jarras de tinto.

Terminada la manduca, y con los estómagos bien dilatados, nos demoramos un buen rato en conversar con unos amiguetes que encontramos a la salida, para después cruzar sin detenernos  la abarrotada verbena y retirarnos a digerir tranquilamente lo consumido.